Por Armando Galera

Cancún, 8 de Marzo.- De continuar la actual tendencia de construcción de hoteles en las costas de la Riviera Maya, Cancún e Isla Mujeres, en cinco años ya no habrá espacio para instalar nueva infraestructura, por lo que las playas de la región estarán prácticamente ocultas tras muros de concreto y departamentos de lujo.

El biólogo José Piña Salazar, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que actualmente el 40% de la costa viable para este tipo de construcciones, desde Boca Piala, en Tulum, hasta Holbox, en el municipio de Lázaro Cárdenas, ya se encuentra ocupada por hoteles, de acuerdo a los estudios más recientes que han realizado.

“Claro que hablamos de las zonas que son viables para esta acción humana, tanto por encontrarse en zona de playa, zonas de fácil de acceso o con suelo idóneo para edificios de gran tamaño, como lo son los grandes complejos hoteleros”, puntualizó.

Citó como ejemplo que en la Riviera Maya, desde Playa Paraíso hasta Tulum, ya está ocupado casi el 60% de los casi 74 kilómetros de costa. En los últimos cinco años se ocuparon 28 de estos kilómetros. Si se mantiene este ritmo, para el 2027 ya se habrá acabado todo el espacio.

Declaró que aunque por mandato federal de la Ley de Bienes Nacionales, vigente desde octubre del 2020, en México no existen las playas privadas, nada impide que las cadenas construyan y acaparen los terrenos a través de las cuales se acceden a las mismas.

“Al final las grandes cadenas hoteleras formarán una gran barrera que impedirá el libre acceso a la mayoría de las playas. Claro que seguirán dejando pequeños espacios para que las personas transiten, pero éstos serán mínimos, callejones de apenas unos cuantos metros de ancho, similares a los que se encuentran en la Zona Hotelera de Cancún”, declaró el especialista.

Citó que de acuerdo a los registros de la Zona Federal Marítimo Terrestre (ZOFEMAT), en cada uno de los últimos cinco años se han solicitado en concesión más de 14 kilómetros de largo de playas, sin contar aquellas que sólo se pidió la renovación. Las más cotizadas son las de la Riviera Maya, Puerto Morelos y la zona de Isla Blanca.
Relató que al menos 42 kilómetros de la zona norte del estado cuentan con hermosas playas de arena blanca y mar, pero se encuentran en zonas protegidas, espacios lagunares que dificultan la presencia humana, o en áreas de difícil acceso, por lo que están descartadas.

José Piña Salazar puntualizó que las autoridades tanto federales como municipales deben de atender este tema de manera coordinada y urgente, pues aún no se ha cuantificado el daño ambiental que está provocando este tipo de construcciones en la zona.

“Ya no hablamos de uno o dos hoteles en medio de la selva virgen. Si uno observa las imágenes satelitales, en Playa del Carmen y Tulum la costa ya fue invadida casi por completo por estos gigantes de cemento. La erosión, afectación ambiental, daños a los acuíferos, a la fauna y flora, así como al embate de los huracanes aún no ha sido cuantificado de manera precisa, por lo que difícilmente sabemos el efecto de estos hechos”, puntualizó.

Por tal motivo, el biólogo citó que las autoridades deben patrocinar investigaciones al respecto, a fin de establecer medidas de mitigación de manera oportuna, antes de ser demasiado tarde.