Por Geli Chuc.

CDMX, 17 de marzo.- Si tu infancia corresponde a la década de los 90, seguro sabemos de qué hablamos: los famosas Shampoo Surprise eran todo un hito en los productos infantiles de aseo. Todo niño o niña de esa época quería tener uno de éstos, pues además del empaque llamativo y deliciosos olores, traía consigo un juguete sorpresa y la promesa del premio mayor: un lingote de oro.

Se trataba de un producto de la marca Ma Evans que rápidamente cogió popularidad con el comercial tan llamativo para esa época. Aromas limón, durazno, uva y hasta chicle también eran la razón por la que fueron tan solicitados durante casi seis años.

En México, Chabelo en su programa “En Familia” realizó varias temporadas de concursos con el Shampoo Surprise como protagonista. Dotación de estos productos fueron los primeros premios, y después con el tiempo se comenzó a ofrecer un pequeño lingote de oro, lo que aumentó aún más la demanda del mismo, pues todo parecía apuntar a que el premio gordo era real.

Y es entonces cuando comenzó la leyenda urbana. Nunca se dio a conocer a algún niño que haya sacado tal lingote de su shampoo. Años después, con el apoyo de las redes sociales, treintones publicaron varias solicitudes en Facebook y Twitter preguntando si alguna vez hubo algún ganador y tenían la prueba de ese lingote.

Nadie ha dado respuesta hasta ahora. Todo indica a que se trató de una falsa publicidad.

Incluso se rumora de que ésta fue una de las razones por las que dejó de salir al mercado a finales de la década de los 90. La realidad es que fueron dos factores en conjunto: el primero, la llegada de Loreal Kids, un shampoo que le hizo competencia directa y le arrebató popularidad, con nuevos aromas y mejores resultados en lavar el cabello.

Segundo: el precio. Los shampoo Surprise se encontraban en el mercado con un costo de entre 40 a 45 pesos, un precio muy superior a la competencia de ese entonces, que rondaba los 15 a 16 pesos.

Sea cual sea la verdad, lo cierto es que no se puede negar que este shampoo quedó muy marcado entre los niños que tuvieron la fortuna de tenerlo.. y los que sólo soñaban con ellos.