Cancún, 06 de abril.- Los quintanarroenses no solo pagan las viviendas más caras del país, sino que también tiene el mayor gasto promedio en la reparación de esas casas, aún recién entregadas, debido a los pésimos materiales de calidad con las que fueron construidas.

Los reportes más recientes de la Encuesta Nacional de la Vivienda, así como los estudios de organizaciones civiles como “Habita México”, citan que Quintana Roo presenta los precios más caros de viviendas de interés social, con un precio promedio de 691 mil pesos por casas de cuatro metros por 15; superando al Estado de México, cuyo costo promedio oscila los 643 mil pesos, así Puebla, con 610 mil pesos.

Claro que esta cifra no considera los intereses, que a un plazo de 20 años y una tasa fija del 8.9%, dispara el precio final hasta los 2 millones 120 mil pesos.

Al pago de la mensualidad se le debe considerar también los gastos de reparación: Habita México reporta que cada quintanrroense gasta un aproximado de 34 mil pesos anuales en reparar los problemas estructurales de sus viviendas, aún cuando tienen menos de dos años de ser “estrenada”.

Los datos, basados en las encuestas para la realización de su estudio “Diagnóstico de la Vivienda en México”  señalan que el 44% de estas viviendas presentan en menos de un año problemas de filtración de goteras en techos, seguido por grietas y paredes (16%), levantamientos o hundimientos del piso (12%), deformaciones de marcos de puertas y ventanas (11%), sistema eléctrica o de tuberías, fracturas o deformaciones de columnas o trabes (10%), así como puertas que no resisten la humedad (7%).

Las mayores quejas se concentran en las ciudades de Cancún y Playa del Carmen: de acuerdo a las encuestas que realizaron, siete de cada 10 habitantes de ambas urbes afirmaron no estar satisfechos con su casa, precisamente por estas situaciones.

Sin embargo, nueve de cada 10 reconoció que no le quedó de otra más que conformarse con la vivienda que le ofrecieron, debido a que no cuenta con la capacidad de adquirir un terreno o construir una con un diseño propio, por lo que tuvieron que optar por adquirir una a través de un crédito Infonavit y Fovissste.

Las personas de Playa del Carmen son las más afectadas, pues en promedio tuvieron que gastar aproximadamente 43 mil pesos tan solo en el primer año para reparar goteras, tuberías que no funcionan, cambiar los pisos luego de que se inflaran o hasta tener que poner revoco a las paredes y techos. En Cancún, la cifra alcanzó los 31 mil pesos.

En muchas ocasiones esto provoca que las personas abandonen sus viviendas. La Estrategia Nacional de Ordenamiento Territorial elaborado por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) revela que las autoridades tienen contabilizadas 14 mil viviendas de interés social abandonadas.

De acuerdo al documento, el 65% de estas casas fueron dejadas de pagar debido a que sus habitantes se quejaron de que no cumplen con los estándares de construcción para convertirlos en vivienda digna: , mientras que el otro 35% decidió dejar de vivirlas para darlas en renta, aunque por el mal estado de las mismas no siempre adquieren arrendatario.