Fernanda Cayetana Canul Blanco era una niña tranquila y alegre, de apenas 12 años. Para apoyar en los gastos de su humilde familia, decidió estas vacaciones trabajar en casa de uno de sus vecinos, lavando trastes y recogiendo la basura de la venta de comida, ya que se dedicaban a la venta de tacos de guisados. Era su primer empleo.

“Me siento tan culpable, que me arde el pecho”, dice doña Deisy Blanco, madre de Fer: “el miércoles 20 de julio, mi hija me dijo que sintió que el vecino la había observado con morbo. Le dijimos que mejor termine la semana y ya no volviera a trabajar. Al otro día mi hija desapareció”, puntualiza en entrevista para este portal, Informado Caribe.

La mujer revela que ya solicitó en varias ocasiones que investiguen al hombre, de oficio taxista, pero hasta ahora la Fiscalía asegura que ya lo entrevistaron y no encontraron evidencia de que sea el culpable.

Doña Deisy explica que fue a través de una amiga que le consiguieron empleo a su hija, ya que realmente no frecuentaba a esos vecinos.

“Me dijeron que buscaban a una persona que les ayude con la limpieza, unas cuantas horas al día. Yo no quería que trabaje pero Fer insistió, porque quería ahorrar dinero para comprarse una tablet para su escuela. Nunca debí de haberlo permitido”, declaró la mamá de la niña, que lleva ocho días sin probar más bocado que café y galletas, los mismos días que no ha vuelto a ver a su pequeña.

A pesar de lo dicho por la Fiscalía, doña Daisy asegura que por su propia cuenta han descubierto varias irregularidades que las autoridades no quieren tomar en cuenta, como el hecho de que el señor ya no regresó a su hogar tras la desaparición de la niña. Incluso dentro de la casa no hay muebles, cuando se supone que vivía allí desde hace 7 años.

Lo extraño para la familia de Cayetana es que el lunes 25 de julio, el taxista avisó a la Fiscalía que iba por su estufa a la vivienda, pero en realidad sacó dos bolsas grandes de color negro, según relatan los habitantes de la colonia, que grabaron este hecho (pues están haciendo guardia 24 horas en el lugar) y lo presentaron, aunque para las autoridades no tiene relevancia.

De acuerdo con la descripción de los padres de Fernanda, el hombre, quien es originario de Tizimín, Yucatán, es una persona robusta, morena, de altura promedio, cabello corto y ojos color café oscuro. Viste de vaquero y usa botas y sombrero.

Cuenta con tres perfiles en Facebook y tres números de teléfono celular que, según Deysi, no responde, desde el día que desapareció su pequeña. 

El hombre, además de dedicarse a la venta de tacos de guisado, que vendía en un triciclo modificado, era operador de taxi.

A Fernanda le pagaban 250 pesos diarios. La menor había ganado 750 pesos, del lunes al miércoles 20 de julio, mientras que el jueves 21 no se sabe si los dueños le pagaron.

De acuerdo con la descripción de los padres de Fernanda, el hombre, quien es originario de Tizimín, Yucatán, es una persona robusta, morena, de altura promedio, cabello corto y ojos color café oscuro. Viste de vaquero y usa botas y sombrero.

Cuenta con tres perfiles en Facebook y tres números de teléfono celular que, según Deysi, no responde, desde el día que desapareció su pequeña. 

El hombre, además de dedicarse a la venta de tacos de guisado, que vendía en un triciclo modificado, era operador de taxi.

El taxista “era muy reservado” y “a nadie le caía bien” por tener una actitud “prepotente”, según testimonio de vecinos. Incluso hay lugareños que aseguran que cuando el hombre pasaba por la calle y los perros ladraban, le decían que no les pegara a los animales, a lo que él respondía “total, los mato y los vendo en tacos”.

De la esposa se tiene poca información. Se sabe que es de tez morena, mide 1.60 metros aproximadamente, cabello largo, lacio y negro, y ojos color café.

Un familiar del sospechoso confirmó que el taxista es prepotente, grosero y enojón, pero que está colaborando con las autoridades para esclarecer el caso. Dice que no ha regresado a su casa en Isla Mujeres por temor a que los vecinos lo linchen y lastimen a su familia.

Afirmó que por el momento es lo único que puede decir, pero espera que en los próximos días su familiar salga a dar la cara y responda por las inconsistencias del caso. 

Deysi sospecha que el taxista tiene un familiar dentro de la Fiscalía General o trabaja en alguna dependencia de gobierno, por eso las autoridades no han avanzado en las investigaciones.

La madre mostró algunas fotos del acusado en las que aparece con un chaleco color café con líneas plateadas perteneciente a Protección Civil del municipio Benito Juárez. Teme que tenga “palancas” en las dependencias de gobierno.

Hasta el momento, la mamá de Fernanda no ha tenido acceso a la carpeta de investigación en la que se encuentra la declaración del presunto responsable de la desaparición de la menor, presuntamente para no “arruinar el caso”.

Pero Angélica Amaro Hernández, presidenta del Colegio de Abogados Manuel Crescencio Rejón, confirmó que la autoridad competente está obligada a proporcionar el acceso a toda la carpeta de investigación, así como los avances en el caso.

Un domicilio marcado con el número 16, del andador A. Canul, cerca de la avenida Cobá, fue asegurado esta semana por la Fiscalía de Quintana Roo del área de Trata de Personas. Allí, una mujer fue arrestada.

Una vecina, cuya identidad se reserva por su seguridad, platicó que la mujer detenida no es la dueña y tenía varios meses rentando. Mencionó que era la única habitante, pero dijo haber visto hace una semana que salía en repetidas ocasiones con una menor de entre 12 a 15 años “muy maquillada”, parecida a Fernanda.

La familia de Ferndanda Cayetana Canul Blanco convocó a una marcha a las 4:00 p.m., a una semana de la desaparición de la menor, con el fin de exigir justicia, teniendo como punto de partida la “Glorieta del Ceviche”, para ir en dirección a la Fiscalía General del Estado.

Al grito de “¡Fernanda, escucha, tu familia está de lucha!”, familiares, amigos, colectivos feministas y de desaparecidos en Quintana Roo marcharon para exigir la localización de la menor de 12 años y de Naomi, de 15 años.

“Que salga el fiscal, es lo que queremos, con gusto pasamos, pero queremos que él primero salga y se comprometa”, expresó Seidy Blanco, tía de Fernanda, quien encabezó la marcha.

Ávalos informó a los manifestantes que el fiscal no se encontraba en las instalaciones de la FGE y tras esta declaración, varias mujeres escribieron los nombres y la fecha de algunos desaparecidos para dejar en evidencia la nula acción que ejercen los procuradores de justicia ante los casos de víctimas de este delito, cuya cifra va en aumento. En lo que va del año más de 180 menores han desaparecido.