Este día se volvió viral en redes sociales una situación registrada en una sucursal de Elotelandia; según el video, los ocho empleados se reían después de que policías los visitaron porque les reportaron un robo.

De acuerdo con uno de los jóvenes, quien dijo que renunció después del incidente tras un desacuerdo con su jefe, los hechos ocurrieron el pasado fin de semana.

Explicó que el trabajo estaba tranquilo pues no había mucha gente y tenían “todo en orden” en la sucursal, por lo que una compañera se fue a sentar unos minutos a la terraza ya que no se sentía bien y él la acompañó.

En eso, cuenta, llegó su jefe y les llamó la atención por estar sentados, por lo que les dijo que revisaría las cámaras para ver cuánto tiempo tenían “sin hacer nada” para descontarlo de su sueldo.

El joven narró que fue así como su jefe vio que otro de los jóvenes tomó un vaso chico, de ocho onzas, y se sirvió elote con queso blanco por lo que mandó llamar al trabajador y le cobró el elote con precio de vaso grande.

Dijo que nadie reclamó por esa situación y el joven pagó el elote chico al precio de grande. Pese a ello, lo corrió y le pidió entregar su uniforme, aunque que el mismo lo pagan los trabajadores cuando ingresan, señaló.

Después, la chica que se sentía mal renunció debido a que también tomó papas molidas con queso en un vaso chico y también se lo cobrarían como grande, además de que le dijeron que le cambiarían el puesto y le bajarían el sueldo, por lo que ella no estuvo de acuerdo, comentó el ahora exempleado.

Posteriormente escucharon al jefe en una llamada para “hacer un reporte” y minutos después llegaron policías a bordo de dos patrullas.

Los agentes preguntaron a los jóvenes si vieron algo extraño, como un robo, a lo que ellos respondieron que “se andaba diciendo que un compañero se robó un vaso de elote”, pero les sugirieron hablar con el jefe aprovechando que estaba en sucursal.

Sin embargo, el jefe no se acercó a hablar con los agentes y solo lo observaron al exterior del negocio después de que se fueron los oficiales.

Finalmente, el joven comentó en redes sociales que cinco de los ocho empleados renunciaron después de lo sucedido y resaltó que todos son menores de edad y además no los tenían afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social.