Tras descubrir el segundo agujero azul más profundo del mundo Taam Ja’ en la Bahía de Chetumal, ahora se necesita mayor investigación para conocer y entender este sistema, antes de pensar en aprovecharlo turísticamente, señalaron investigadores.

En conferencia de prensa efectuada en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) Unidad Chetumal, el grupo de investigadores indicó que se abrió una gran ventana hacia una gama de información, para lo cual ahora se requiere de equipo mucho más especializado, así como una importante inyección de recursos económicos.

Los científicos de Ecosur nombraron Taam Ja’ al agujero azul en el suelo marino de la Bahía de Chetumal, que es la expresión en lengua maya para referirse a “agua profunda”, el cual mide 274 metros de profundidad y 13 mil 690 metros cuadrados de superficie.

Los investigadores que hicieron el descubrimiento son los doctores Juan Carlos Alcérreca Huerta, Teresa Álvarez Legorreta, Laura Carrillo Bibriesca, Oscar Reyes Mendoza y Joan Alberto Sánchez Sánchez, así como la maestra en ciencias, Laura Flores Franco. El agujero azul (blue hold) se ubica a ocho kilómetros al este de la isla Tamalcab, y en pleno centro de la Bahía de Chetumal.

El doctor Juan Carlos Alcérreca Huerta señaló que el punto marino es de los más importantes en su tipo, por ser el segundo más grande del mundo, y en un futuro puede ser detonado pero con responsabilidad y aprovechando la información que se genere conforme avancen las investigaciones, las cuales pueden durar hasta 10 años, por lo complejo de la estructura de este agujero azul.

Se informó que Taam Ja’ tiene hasta 274 metros bajo el nivel del mar, así como una forma casi circular en su superficie y abarca un área de 13 mil 690 metros cuadrados.

Los investigadores expresaron que a diferencia de las fosas y abismos marinos que se forman por movimientos de placas tectónicas y llegan a medir hasta 11 mil metros de profundidad, los agujeros azules se forman paulatinamente a lo largo de siglos y milenios, debido al movimiento de entrada y salida de agua marina sobre suelos formados por roca caliza, como la que abunda en la Península de Yucatán y sus alrededores.