El Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico de Chetumal opera prácticamente de adorno, pues a pesar de los más de 137 millones de pesos que invirtió la anterior administración estatal, no es un proyecto rentable al operar como simples “bodegas” y no como un detonante de la economía local.

Así lo dio a conocer la titular de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Quintana Roo, Karla Almanza López, quien detalló que se espera una nueva inversión, pero por parte del orden federal, descartando por el momento inyección de recursos estatales.

“Lo cierto es que sólo están operando cuatro naves como bodegas. Es la única infraestructura que se tiene lista. Esta situación ha provocado que no puedan ser respondidas las cartas de intención que nos hacen llegar empresarios, pues ni siquiera tenemos espacios para ellos”, declaró.

Entre estas cartas de intención destacan la de tres empresas manufactureras con sede en Nuevo León: una es dedicada a la fabricación de llantas para maquinaria de construcción, otra de elaboración de equipo tecnológico para computadoras y una más para refacciones de automóviles, de acuerdo a datos obtenidos por medio de transparencia.

Karla Almanza puntualizó que si no se realiza una adecuada proyección, este proyecto seguirá siendo un espacio de almacenamiento de productos, lo cual no generará empleos para los chetumaleños.

Al inicio de la administración del ex gobernador Carlos Joaquín González se vendió la idea de que generaría más de 5 mil plazas laborales para finales del 2022.

Sin embargo, la funcionaria descartó que esta obra termine como un “elefante blanco” más del Gobierno del Estado como lo fue por muchos años la Mega-Escultura, adelantando que su activación es uno de los temas principales “que trae la gobernadora” para impulsar el desarrollo Económico del Sur del Estado.

La titular de la SEDE omitió dar información sobre cuándo se inyectarán los recursos federales, la cantidad de la que se trata y bajo cuál esquema, puntualizando que aún se encuentran en etapa de gestión.

La actividad industrial en Quintana Roo registra número de crecimiento en general, sin embargo, está concentrado principalmente en la construcción, mientras que la manufactura avanza más lento.

Sin embargo, a pesar de ese avance la participación industrial de Quintana Roo a nivel país sigue siendo casi nula, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

El municipio de Othón P. Blanco, municipio que alberga a Chetumal, no logra despegar sus ventas internacionales: en todo el 2022 sólo alcanzó a vender 3.62 millones de dólares al extranjero, de los cuales el 92% eran válvulas y artículos para tubería.

La información de la Secretaría de Economía puntualiza que Belice fue el principal destino de estos productos plásticos, con el 54.5% del mercado. El otro 38.5% lo obtuvo Cuba. 

Alrededor del 7% restante corresponden a productos agrícolas y ganaderos, como limón, piña y hasta miel, grasas y carne de res que fueron exportados hacia los Estados Unidos. 

El desglose de la información revela que el sur de Quintana Roo históricamente ha estado muy lejos de ser considerado un punto de exportación: sus picos más altos de ventas internacionales fueron en el 2011, cuando registraron 60 millones de dólares; en el 2016, con 24 millones y en el 2019, con 66 millones de dólares. 

En los demás años el promedio del comercio internacional fue de 4.8 millones de dólares

“Siempre se vendió la idea de que Chetumal era una potencia en ventas al exterior, gracias a su ubicación privilegiada. Pero sólo se trata de un recuerdo nostálgico y de mala percepción de la realidad heredado de la década de los ochenta y noventa del año pasado, porque lo cierto es que el sur tiene muchísimas deficiencias que lo hacen imposible de ser considerado un éxito en este tema”, declaró el profesor de economía Saúl Vargas Gutiérrez. 

Aseguran no hay productos que ofrecer en Chetumal

Además, señaló que el municipio de Othón P. Blanco carece no sólo de infraestructura para la exportación, sino que incluso no tiene productos que ofrecer. 

“La actividad agrícola y ganadera es de subsistencia: prácticamente todo lo que se genera es para consumo propio o de la capital del Estado. Ni siquiera se producen los suficientes insumos alimenticios que requiere la industria hotelera de los municipios del norte de la entidad. Tampoco producimos nada porque no tenemos maquiladoras o manufactureras”, aclaró.