Grupos de invasores mexicanos se están apropiando de predios cerca de los nuevos mega-proyectos inmobiliarios y turísticos que se están construyendo entre Mahahual e Xcalak destinados exclusivamente para extranjeros.

Pero no se trata de personas que requieran una vivienda, sino grupos de yucatecos y campechanos que han encontrado un modo de lucrar apostándole a la especulación de las tierras de alta plusvalía que invaden, para después venderlas.

Lahun Tikú: el nuevo proyecto inmobiliario para extranjeros que se apropió de una tierra virgen:

Lahun Tiku prevé la construcción de 300 viviendas residenciales y mil habitaciones hoteleras, así como zonas comerciales, centro médico y un museo, restaurantes y hasta un centro universitario, en un terreno de 200 hectáreas ubicadas en el lote 507 de la carretera Mahahual-Xcalak, Quintana Roo, en el kilómetro 17.

Estas residenciales de lujo se ofertan a un precio que inicia en los 12 millones de pesos, y ya se empieza a promocionar su venta hacia compradores de Estados Unidos y Canadá, como un lugar de descanso e inversión Airbnb.

Para la adquisición de tierra en zona costera, señlan que pueden administrar la propiedad gracias al Fideicomiso para Extranjeros, estipulado en el artículo 27 de la Constitución Mexicana desde 1976.

Sin embargo habitantes de Xcalak y Mahahual solicitaron que se transparenten los permisos de construcción del mega complejo inmobiliario-hotelero Lahun Tiku, pues existe el temor de que genere un gran impacto ambiental a la zona, afectando la actividad turística.

Mencionó que no están en contra del complejo, pues tienen la seguridad de que significará cientos de empleos y un impulso importante a la actividad económica local. Sin embargo, resaltó que su deseo de solicitar información sobre la obra se justifica en que una construcción de tal envergadura debe cumplir con las normas ambientales.

El propietario de una pequeña empresa de volquetes en Mahahual recordó que apenas hace una semana fue sometido de nueva cuenta a evaluación de impacto ambiental el proyecto Lahun Tiku, luego de ser rechazado por la Semarnat por una cuestión técnica como lo fue no haber publicado la Manifestación de Impacto Ambiental de manera pública en un periódico local.

El proyecto estima que nueve de sus polígonos tendrá una estrecha relación a un poblado con potencial crecimiento, haciendo referencia al poblado de Xahuayxol, el cual podría convertirse en un asentamiento con mayor presencia extranjera, tal como ha sucedido en varias comunidades de Yucatán.

Vividores invaden tierras para después revenderlas

A través de un video publicado en el grupo de la red social “Todos Somos Mahahual”, donde participan más de 5 mil usuarios de dicha comunidad, los recién llegados incluso ya comenzaron a ofrecer los terrenos en cantidades que superan el millón de pesos.

“Oportunidad única: adquiere tu predio donde se van a construir las casas donde vivirán los trabajadores de los nuevos proyectos en la zona: Lahun Tiku, Canal de Zaragoza y el desarrollo Eco Residencial Mahahual. Todo en orden para escriturar”, señalaba la publicación, realizada por Emir Gutiérrez.

Sin embargo varios de los habitantes locales insistieron en que dichos predios, ubicados a un costado de la carretera federal 307, se encuentran en medio de una disputa legal por su posesión.

“Ante la Fiscalía ya presentamos tres denuncias porque desde el 2021 llegaron unas personas procedentes de Campeche para apropiarse de nuestras tierras. Según se las vendió un tal Enrique Soto, un yucateco miembro de los grupos Antorchistas, pero ahora nos damos cuenta que su plan siempre fue apropiarse de los terrenos para venderlos o rentarlos a un valor muy alto”, señaló don David Cárdenas González cuya propiedad fue afectada por estas invasiones y quien fue uno de los que presentaron su respectiva denuncia por estos hechos.

Comenta que la expectativa que generó los proyectos de desarrollo urbano nuevos como Xahuacho y Lahun Tiku, que ofrecen viviendas de alta plusvalía y centros recreativos, ha fomentado estas apropiaciones ilegales basadas en la especulación.

“Es obvio que estas obras necesitan trabajadores, y como la ciudad más cercana se encuentra a 60 kilómetros la adquisición de vivienda se va a disparar. Ya lo están haciendo, porque cada día surgen nuevos asentamientos irregualres. El problema es a cuántos más van a seguir afectando antes que las autoridades impongan orden”, concluyó.