COLOMBIA.- El poliamor ha ganado popularidad en los últimos años, permitiendo a muchas personas mantener múltiples relaciones sentimentales simultáneamente sin comprometerse exclusivamente con una sola pareja.

Recientemente, en redes sociales, ha circulado la historia de Lina, una joven de Barranquilla, Colombia, que ha optado por tener una relación amorosa con siete hombres mayores, todos ellos ancianos.

A pesar de las críticas, Lina asegura que no le importa lo que la gente diga sobre su vida amorosa y sus decisiones.

Lina compartió su historia a través de una entrevista con el medio Última Hora Valle, publicada en redes sociales. Según ella, estaba cansada de las relaciones con hombres jóvenes que no cumplían con sus responsabilidades económicas, dejándola a cargo de todos los gastos. Por esta razón, decidió buscar parejas mayores y pensionadas, quienes, según ella, “lo dan todo”.

Al reflexionar sobre sus relaciones pasadas, Lina llegó a la conclusión de que los hombres mayores eran más generosos y menos exigentes.

Luego de analizar todas mis relaciones me puse a pensar, a los viejitos no hay que pedirles nada, ellos dan todo porque a su edad no van a conseguir una mujer como yo”, comentó Lina.

Las relaciones de Lina

Lina comenzó a implementar su plan visitando lugares frecuentados por adultos mayores, como el Parque Bolívar, donde se acercaba a los hombres en fila para recibir su pensión. Así, logró establecer relaciones con siete hombres: Carlos, Simón, Jesús, Pablo, Manuel y dos más cuyos nombres no fueron revelados. Cada uno de ellos le proporciona apoyo financiero y realizan tareas del hogar para ella.

Las declaraciones de Lina han generado una fuerte reacción en redes sociales, donde muchos la acusan de aprovecharse de los ancianos. Sin embargo, a pesar de las críticas, Lina se mantiene firme en su decisión, argumentando que su relación con estos hombres es un acuerdo mutuo y beneficioso para ambas partes.

Lina admitió que sus relaciones no están basadas en el amor romántico, sino en una especie de negocio. Según sus propias palabras, ella recompensa a sus parejas en función del apoyo económico que recibe de ellos, lo que plantea preguntas sobre la autenticidad y la moralidad de tales relaciones.