Con o sin crisis económica, el único dinero que no disminuirá es el que entregamos cada año a los partidos políticos, aunque varios millones terminen en cuentas bancarias de las dirigencias nacionales

“Por qué el dinero de los impuestos que mi esposa paga en la ciudad de Mérida es utilizado para adquirir un bien inmueble en Chihuahua”. Este es básicamente uno de los cuestionamientos de ejemplo, que hacía, en días recientes, el consejero del Instituto Nacional Electoral, Uuc-kib Espadas Ancona.

Ocurrió en la sesión del pasado 25 de febrero, donde el Consejo General del INE dictó sanciones en contra de partidos políticos, porque algunos de ellos tomaron el dinero que les entregaron en los estados y los enviaron a sus dirigencias nacionales.

Apenas unos días antes, el Senado de la República en México había hecho cambios en la Ley General de Partidos Políticos. La idea principal según dijeron los propios políticos es poner en papel que cuando así lo determinen, sobre todo cuando hay crisis, estos organismos puedan devolver el dinero y especificar para qué objetivo, es decir, en qué se debe gastar.

Podríamos pensar que de haber existido antes esta reforma, hubieran renunciado al financiamiento público para apoyar a los mexicanos que, en lo personal y en los negocios, atravesábamos en 2020 y 2021 la peor crisis económica, pero la realidad es distinta. No fue un impedimento, más bien fue un pretexto para no hacerlo.

De hecho, fue en el primer año de la pandemia, 2020, cuando dirigencias estatales de varios partidos tomaron el dinero que les entregaron en sus estados y lo transfirieron a la dirigencia nacional. Morena, el PAN y el PT son los tres partidos que fueron sancionados por el INE por incurrir en esta práctica: quedarse con el dinero de las dirigencias locales.

Esto que ocurre a nivel nacional nos hace cuestionar, una vez más, ¿cuánto nos cuestan los partidos?

Hagamos cuentas…

En Quintana Roo les entregamos 137 mil 805.5 pesos cada día. La cantidad al terminar 2022 será de 50 millones 299 mil 020 pesos.

Pero este mismo año tendremos proceso electoral y vamos a escoger a la persona que nos gobernará por los próximos 6 años, además de otras 25 personas que en teoría, serán nuestros representantes en el Congreso, durante 3 años.

Por eso además de esa cantidad, del 3 de abril al 1 de junio, recibirán de tus impuestos y de los míos 594 mil 146.95 pesos diarios adicionales. Con ese dinero intentarán convencerte de que son la mejor opción para que votes por ellos. Al final, los 60 días de campaña nos costarán 35 millones 648 mil 817 pesos.

Al terminar el año habremos gastado en los partidos políticos 86 millones de pesos, en números redondos, según el presupuesto 2022 del Instituto Electoral de Quintana Roo.

¿Por qué les pagamos?

En México, y por supuesto en Quintana Roo, cada vez que se aprueba el presupuesto anual se debe considerar a los organismos políticos. En caso de que no haya suficiente recaudación de impuestos, los diputados pueden modificar la propuesta de gasto que plantea el Poder Ejecutivo (el gobernador) pero no pueden quitar ni un solo centavo a la bolsa destinada a esos institutos.

Tanto a nivel local como federal les ofrecen un blindaje desde la Constitución. Es decir, antes de tocar ese presupuesto primero se debe recortar el dinero en educación, en seguridad, en salud o cualquier otro rubro prioritario para la sociedad. ¿Y quién puso esos candados?: los propios políticos.

Pero… ¿Cómo gastan el dinero que les entregamos?

Esta pregunta es difícil de responder. Por ley deben hacer pública toda la información, pero muy pocos cumplen con la obligación de actualizar sus páginas de transparencia.

Lo que es hecho es que cada año incurren en demasiadas irregulares. Muestra de ellos son las constantes multas que les aplica el Instituto Nacional Electoral, la única instancia en México facultada para fiscalizar el gasto de los partidos políticos.

Gracias al último Informe Consolidado de este organismo nacional, aprobado por el Consejo General el pasado 25 de febrero, ahora sabemos que varios millones de pesos que tú y yo les entregamos en Quintana Roo terminan en las cuentas bancarias de las dirigencias nacionales.

Si bien, no todas las transferencias están prohibidas, el problema es para qué se usan. La ley solo permite pago de proveedores y prestadores de servicios, o para impuestos. Pero en el caso de Morena, el PT y el PAN (a nivel local no mandó dinero), el INE determinó que las transferencias fueron irregulares. La multa solo para Morena es de 300 millones de pesos.

“A diferencia de ejercicios anteriores, la conducta más recurrente que se detectó en este ejercicio (2020) fueron las transferencias indebidas de Comités Ejecutivos Estatales a Comités Ejecutivos Nacionales. En esta conducta incurrieron tres partidos políticos: PAN, PT y Morena”, explicaba en aquella oportunidad el consejero Ciro Murayama.

Este esquema es solo una de las formas en que los partidos políticos se gastan nuestro dinero, con o sin crisis económica. También están los pagos de servicios sin justificación, entre muchas otras que desglosaremos en otra ocasión.

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