Una casa quemada fue el saldo de un pleito entre propietario e invasores; el hecho que ocurrió el viernes por la noche en la calle 36 por 35 y 39 de la colonia Jesús Carranza, en Mérida, y que terminó con un predio en pérdida total.

Trascendió en el lugar que el inmueble quemado había sido invadido por unos paracaidistas, quienes al ver que la casa estaba abandonada no dudaron en meterse a vivir.

A decir de los vecinos, ese espacio era usado por los inquilinos para beber y escuchar música a algo volumen a diario, por lo que constantemente se quejaban con el dueño del predio. Fue así que el dueño, ya molesto por tantas quejas, decidió ir a la casa y sacar a esa familia con ayuda de la policía.

Los invasores fueron retirados del lugar por los uniformados, entre gritos y llanto primero, debido a que les estaban quitando su hogar; pero luego de unas horas, presuntamente, uno de ellos regresó al lugar y le prendió fuego a la casa.

Los vecinos, al ver las llamas y el humo llamaron a los bomberos. Estos llegaron y en cuestión de minutos controlaron el incendio y evitaron que se salga de control, sin embargo, por la antigüedad de la construcción, el predio se derrumbó en gran parte. No hubo víctimas que lamentar.

Agentes estatales acordonaron el área para evitar que alguien se acerque de más y se lastime por los fierros que quedaron expuestos.