El youtuber e influencer conocido como “Fofo” Márquez, se encuentra en el centro de un escándalo que ha conmocionado a la sociedad mexicana. Tras un altercado vial en Naucalpan, Estado de México, que derivó en la agresión física a una mujer de 52 años, Márquez enfrenta serios cargos, incluyendo intento de feminicidio.

Márquez protagonizó un percance vial con una mujer. Según las versiones, la discusión escaló rápidamente, llevando a Márquez a agredir físicamente a la mujer, quien resultó con lesiones considerables. 

Imágenes de las cámaras de seguridad captaron el momento en que Márquez golpeaba a la mujer, generando un repudio generalizado en la opinión pública.

Durante la primera audiencia judicial, Márquez mostró un comportamiento contrastante al de las imágenes del altercado y de su detención. 

Visiblemente afectado, rompió en llanto tras una confrontación verbal con la víctima, quien lo cuestionó sobre las razones de su violenta reacción. 

Este cambio de actitud ha avivado el debate sobre la autenticidad del arrepentimiento de Márquez y la gravedad de las acusaciones en su contra.

El juez a cargo del caso determinó la prisión preventiva para Márquez, citando la legalidad de su detención y la seriedad de los cargos que enfrenta. La decisión ha sido aplaudida por la sociedad, que exige justicia para la víctima y un mensaje claro contra la violencia de género y la impunidad.

A continuación se observa la hoja de constancia de lectura de derechos del Fofo cuando fue detenido. “Se le hiso conocimiento a mi abogado”, con esa letra y errores ortográficos firmó el joven, a pesar de que en redes presumía ser de una millonaria familia de empresarios y haber estudiado en las escuelas más prestigiosas del extranjero.

El caso de Fofo Márquez es un recordatorio de que la fama no exime a nadie de la ley. Las figuras públicas, con su alcance e impacto significativo, tienen la responsabilidad de actuar con respeto y civismo, evitando cualquier tipo de violencia, especialmente contra las mujeres.