Dos extranjeras intentan apropiarse de un predio valuado en millones de dólares ubicado en Tulum, Quintana Roo, y que pertenece a la comunidad de campesinos del ejido Pino Suárez.

La noticia se dio a conocer luego de que el Periódico Oficial del Estado publicara ayer un edicto de emplazamiento a juicio para el ejido José María Pino Suárez, perteneciente a Tulum, promovido por la estadounidense Melissa Glee Perlman, quien reclama ser reconocida como posesionaria de una parcela.

La demandante –quien fuera dueña del hotel Casa Magna, en el kilómetro 9.5 del camino a Punta Allen (la zona de “Punta Piedra”), propiedad atribuida al narcotraficante colombiano Pablo Escobar– solicita en este judicio la anulación de una asamblea ejidal realizada el 11 de enero del 2015, donde dejaron si asignar una parcela, de la que ella, según asegura, es posesionaria.

¿Por qué extranjeros pueden tener propiedades en playas mexicanas?

Aunque usualemnte se cree que los extranjeros no pueden tener propiedades en México en zonas costeras, la realidad es que desde 1978 aplica una figura llamada “Fideicomiso para extranjeros”, el cual permite a las personas de otros países adquirir terrenos en estas zonas a través de bancos o empresas que se hayan constituido en México.

Así fue como Pablo Escobar se hizo de la propiedad en Tulum, utilizando a una empresa registrada a nombre de uno de sus familiares en la CDMX. Bajo amenazas, le exigió a los ejidatarios que le cedan dichas tierras en una de las playas consideradas de las más hermosas y vírgenes del Caribe Mexicano, a un precio de 4 pesos por hectárea.

A este sitio, construido con gruesos muros antibalas, arribaban en la década de los 90, personas en aviones privados. Después de su muerte, el sitio quedó en abandono, hasta que lo asumió el SAT en el 2004 por la falta de pago de impuestos.

Desde entonces los ejidatarios iniciaron un juicio para recuperar el predio. Sin embargo un año después de iniciar el litigio Melissa Glee Perlman, originaria de Phoenix, Arizona, mediante una empresa denominada “Amansala S. A de C.V., solicitó al SAT ser nombrada depositaria o administradora del hotel Casa Magna, en la zona conocida como Punta Piedra, con el alegato de ser representante de la empresa que construyó dicho hotel, valuado en 88 millones de pesos.

Una vez que “Amansala” adquirió la administración del sitio, lo habilitó como un hotel boutique, aunque solo gozó de su usufructo por tres años, pues en 2008, la propiedad fue reclamada por Sandra Eufrocina Chávez Vega, una mujer residente de Texas, quien supuestamente había acreditado ser la dueña, a través de su apoderado legal, quien finalmente se quedó con la propiedad, donde desde el 2012 se encuentra el hotel Casa Malca.

Los ejidatarios desconocieron a Sandra Chávez, pero extrañamente ella presentó documentos que la avalaban como posecionaria con presunta falsificación de firmas de los ejidatarios, además de fechas de asambleas que jamás se llevaron a cabo.

Los ejidatarios en ese entonces reclamaron que el Poder Judicial fue sobornado para poderle entregar dicho terreno. Puedes conocer este lujoso complejo en el siguiente video:

Ahora que ha iniciado el litigio se espera que por fin se conozca el destino del predio.