El asfixiante calor que padecen los niños con cáncer internados en la Unidad Médica de Alta Especialidad 25 del IMSS por la falta de aire acondicionado, sumado al retraso en sus estudios y procedimientos médicos dentro de la clínica por elevadores que no funcionan, han llevado hasta a consecuencias mortales, acusaron ayer madres de pacientes.

Santiago, de 4 años y diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, falleció el pasado 2 de julio, denunció Johana Bravo, mamá del niño, que decidió dar su testimonio para visibilizar la situación que enfrentan en esta unidad médica.

Trabajadores de la Clínica 25 también hicieron ayer públicos sus reclamos con un bloqueo en la Avenida Lincoln en protesta por la falla del sistema de climas y de los cuatro elevadores del hospital, lo que consideran que tiene a los pacientes en condiciones inhumanas.

Johana narró que, tras una recaída, su hijo ingresó en mayo para recibir una quimioterapia y, por los calores extremos dentro del hospital, tuvo una complicación por una bacteria que aseguró que el niño contrajo ahí mismo.

‘Santi’, como llama a su hijo, estuvo dos meses en un cuarto aislado del tercer piso, en Oncología Pediátrica, con un calor sofocante.

‘Nosotros estábamos ardiendo’, contó. ‘Todo el tiempo que estuvo Santi ahí se la pasó con fiebre. Casi todos los días él tenía fiebre y decía yo: Él ardiendo, el cuarto ardiendo: ha de sentirse bien desesperante’.

‘Y él me pedía que le pusiera el abanico (que la familia llevó) casi pegado a la cara’, añadió la mamá, que recordó que la situación se agravó por la onda de calor de más de 40 grados que sufrió Nuevo León esas semanas.

En ese tiempo, el niño contrajo una segunda bacteria, la que, de acuerdo con la madre, empeoró su salud.

‘Cómo no va a haber bacterias, con el calor horrible’, lamentó.

Johana también describió que, por las fallas en los elevadoresSanti tenía que esperar en fila hasta una hora en el pasillo, en camilla y con oxígeno, para que los trasladaran a planta baja para que le hicieran estudios.

‘Por cosas de que se tardaban (en el tercer piso), no podíamos bajar y nos decían: ‘No, pues ya entró otro, ya se ocupó ese espacio’. Y así, se suspendían (los estudios) por lo mismo de la tardanza del elevador’, señaló.

Otras mamás que tienen a sus hijos en Terapia Intermedia, en el quinto piso de la Clínica 25, denunciaron ayer también las condiciones extremas de calor y que, por la falla de los elevadores, les han suspendido exámenes o procedimientos quirúrgicos por no poderlos llevar en camilla a la planta baja.

‘Le han cancelado estudios por lo mismo que nos dicen que los elevadores no funcionan’, describió una mamá, cuyo hijo de 4 años, diagnosticado con un neuroblastoma, lleva casi dos meses internado. Entonces se van retrasando los estudios que ellos realmente requieren.

‘Él prácticamente está en estado de coma’, contó. ‘En las condiciones que se encuentra mi niño, me angustia mucho el hecho de que se vaya a poner malo’.

(Con información de Reforma)