Luego de casi cuatro años de litigio legal, parece que el caso que involucra a la reconocida actriz Livia Brito y su ex novio, Mariano Rodríguez, junto al fotógrafo Ernesto Zepeda, está llegando a un punto crucial.

Este caso, que se remonta a un incidente en una playa de Cancún en julio de 2020, ha mantenido la atención de los medios y del público debido a las acusaciones de agresión física y robo por parte de Zepeda.

Según los informes, Ernesto Zepeda denunció haber sido agredido tanto física como verbalmente por la actriz de Televisa  y su novio acusado de violencia cuando intentaba fotografiarlos durante unas vacaciones en Cancún.

Zepeda afirmó que fue golpeado y despojado de sus pertenencias, incluyendo su mochila, cámara y cartera. En una declaración pública, describió el incidente:

“Llegó (Livia) inmediatamente a gritarme… ‘ya estoy harta de que me estén buscando’, y lo primero que hizo fue darme una cachetada. En cuanto volteo llega su galán y me da un golpe en el pómulo, en eso ella le da la cámara a él y él toma la cámara y me golpea con la cámara en la cabeza. Me robó mi mochila, mi cámara, me robó mi cartera”.

Recientemente, el periodista Carlos Uriel compartió información relevante sobre el caso a través de su cuenta en X, afirmando que Livia Brito y su ex pareja Mariano Rodríguez habían perdido la demanda interpuesta por Zepeda.

Según sus informes, la pareja deberá pagar una compensación económica que supera los 1 millón 200 mil pesos. Sin embargo, la situación aún no ha llegado a su conclusión definitiva, ya que Livia y su ex han introducido un amparo, lo que implica que la sentencia final aún está pendiente.

TVyNovelas buscó confirmar esta información directamente con Ernesto Zepeda, quien indicó que aún se está esperando la sentencia definitiva para dar por concluido el caso.

Esto sugiere que, a pesar de la aparente derrota legal de Brito y Rodríguez, el desenlace final aún está en proceso y podría implicar más desarrollos legales antes de que se resuelva completamente.

El caso ha sido seguido de cerca por los medios y ha generado un debate sobre la privacidad de las figuras públicas y los límites de la intervención de los paparazzi en la vida personal de los famosos.